miércoles, 9 de abril de 2014

Mira bien a quien te ama.

 



Dime porqué miras con despecho
a la persona que comparte tu lecho.
Quien te acoge en su pecho
cuando no logras tocar techo.
¿A caso no te abrigó entre sus brazos
cada vez que te encontró sumida en tus propios abrazos?
¿No te curó de las heridas que otros te habían causado
y borró todo el mal del pasado?
Dime porqué lo desprecias
si es a ti misma a quien no aprecias.
Mira bien a quien te ama
porque es la fuente de tu calma.
No atormentes su alma
con acciones que no son dignas de una dama.
Deja a un lado la mala fama
y vuelve a rezar a los pies de la cama.
Ya que tú no eres una cualquiera 
que se entregaría al primero que se lo pidiera.
Ignoro cual es tu verdadero problema
pero es la clave para resolver este dilema.

No hagas sufrir al hombre que te ama
solo porque la confusión te ama.
Manténla de tu esencia alejada,
no permitas que te deje enajenada.

No cometas una afrenta 
causando una revuelta.
Sonríe como siempre haces
aunque tus gestos sean fugaces.
Susúrrale al oído
todo lo que, desde que lo conociste, has sentido.
Muéstrale todo tu cariño
con la espontaneidad de un niño.
Mantente fiel a su persona
y en la cama sé una leona.
Aleja a los interesados 
que dicen haber sido apresados
por tu dulzura, franqueza y encanto
que ahora te causa tanto llanto.

Ya se que es difícil hacerse respetar 
por aquellos que tu alma quieren inquietar.
No te disgustes si sufres,
pues todos acabarán bajo cruces.
Y es que los celos
a más de uno hacen tirarse de los pelos.
Contempla al hombre que te ama
y, que de tu persona, ha hecho su ama.
Hónrale cómo se merece
y mira como su amor crece.
Ese sentimiento que desmereces 
es el que te pertenece.
Guárdalo bajo las apariencias
por la persona a quien aprecias.
Respeta las consideraciones que tiene contigo
a sabiendas de que para tu amor es un mendigo.
Quiérelo lo más que puedas,
Respétalo hasta que mueras.
Mira bien a quien te ama
porque es la fuente de tu calma.
No hagas sufrir al hombre que te ama
solo porque la confusión te llama.

jueves, 8 de agosto de 2013

Letargo.

Miró al halcón con ojos comprensivos. Por unos instantes pensó en liberarlo, pero desechó la idea al contemplarlo con detenimiento: el animal era viejo y llevaba demasiados años encerrado como para tener fuerza alguna en sus alas.
Aunque dejara libre al halcón, no sobreviviría por mucho tiempo cuidándose él solo. Pudo haber sido un animal salvaje antaño, pero ahora solo puede alegrar su alma evocando recuerdos. Recuerdos que no volverán a repetirse. Recuerdos que, como a ella, le podían sacar alguna que otra sonrisa u lágrima pero, al fin y al cabo, solo son imágenes producidas por su memoria.

El suspiro se produjo simultáneo al piar y batir de alas del halcón, que casi no podía extenderlas dentro de la destartalada jaula.
Se produjo un encuentro visual en el que ambos hallaron reconocimiento.

-Demasiada vida para tan poca jaula-murmuró en voz baja al halcón.

Se puso un guante y abrió la puerta de la jaula. Acercó su brazo a la obertura y el decrépito animal se posó en su brazo. Aprovechó su "libertad" para batir las alas durante unos segundos y piar fuertemente: sabía que no tardaría en ser enjaulado.

Se sentó en el sofá con el halcón todavía posado sobre su articulación y le acarició el pecho suavemente al tiempo que entonaba una canción triste y melódica.
Se perdió en su propio mundo, mirando a la nada y acariciando al animal de manera inconsciente y automática.

lunes, 17 de junio de 2013

Una rosa de poco valor.

¡Hola a todos!
Buscando una libreta donde pasar a limpio mis apuntes he hallado una que contiene fragmentos y dibujos de lo que fue mi infancia. Quería compartir con vosotros una historia inconclusa que escribí cuando tenía unos seis o siete años y que ya denotaba una gran imaginación por mi parte.

Una rosa de poco valor.

Una rosa floreció en un rosal de poco valor. Pero esa rosa no era normal y corriente, sino algo mágico.
La gente no se fijaba ni en el rosal y ni en la rosa.
Un día una niña, no una niña cualquiera sino la elegida, vio la rosa dorada y la cogió. Se la enseñó a su madre, pero no la escuchó. Se la enseñó a su padre, pero la ignoró.
La niña, triste, cogió la flor y se fue de su casa en busca de alguien que la escuchara, en busca de alguien que la creyera.

Pasaron días y meses pero no logró nada; hasta que un día lo encontró. No fue nada común y corriente sino una cosa que nadie comprendería: la llamó un caballo dorado con alas y un cuerno. Un ser precioso, bello, digno de reyes.
La niña asombrada no supo como reaccionar a semejante belleza.
El caballo la llamó otra vez.

(Bueno este sería el cuento. Obviamente he cambiado algunas cosas para que tenga más o menos sentido)

lunes, 3 de junio de 2013

Look back.

Pensé que eras feliz.
Acabé creyendo la mentira que todos creyeron cierta. La mentira que usaste con tanto fervor para ocultar tu soledad, que ofuscó tu alma, hasta el punto de también creerla cierta.
Ahora, una vez abiertos los ojos te das cuenta de que todo podría haber sido distinto si tan sólo no te hubieras empeñado en hacerle creer al mundo que eras feliz.
Ahora, una vez abiertos los ojos te das cuenta de tu propia mentira, de tu soledad y aún así te empeñas en mantener tu vida con una nueva mentira.
Ahora es cuando te miro y siento pena porque pensé que eras feliz.

domingo, 26 de mayo de 2013

Frenesí

La inconsciencia del frenesí se convierte en dolor al salir de ese estado.

lunes, 11 de junio de 2012

Suspiro

Un suspiro, lenta exhalación del alma.
Caricias que estremecimientos placenteros irradian.
Besos fugaces, besos eternos. Besos dados con calma.
Caricias de terciopelo que apaciguan el terror y borran lágrimas.
Labios caramelo, labios de caballero. Labios repletos de deseo.
Un suspiro, lenta exhalación del alma.

lunes, 14 de mayo de 2012

Time.


   Con el tiempo descubrirás que las virtudes que ahora aprecias en mí se transformarán en grandes defectos.